Mecánicos del equipo Ferrari (Foto: Efe).
El presidente de Ferrari, Sergio Marchionne, se ha mostrado dispuesto a “colaborar” con Red Bull (así lo ha llamado él) ofreciéndose a suministrar motores al equipo energético. Pero bajo sus condiciones, claro.
Y esas condiciones consisten en proporcionarle una especificación B, o marca blanca de Ferrari, en lugar del propulsor original. Marchionne lo ha disfrazado de proyecto nuevo y exclusivo para Red Bull, pero no parece probable que Red Bull trague con eso.
Así lo ha explicado Marchionne en declaraciones que recoge el portal Motorsport:
“La posibilidad de colaborar con Red Bull en relación con el desarrollo de su unidad de potencia sigue siendo una opción válido, pero no consistirá en proporcionar a Red Bull un motor equivalente al que utiliza Ferrari en las carreras”
Hasta aquí, Marchionne deja claro que Red Bull no tendrá un motor ‘pata negra’ como el que usa Ferrari. A continuación viene el disfraz y el edulcorante para el equipo energético:
“Ferrari está dispuesto a proporcionar servicios de ingeniería y de producción para una unidad de potencia dentro de un proyecto separado para Red Bull. Ferrari está dispuesto dar su máximo apoyo en términos de ingeniería, pero en un proyecto nuevo”
Es decir, más o menos lo que pretende Marchionne es ayudar a Red Bull a fabricar su propio motor. No cabe duda de que Ferrari se quedaría con sus mejores ingenieros para su propio proyecto y que a esa especificación B enviaría a sus técnicos de segunda fila.
Y también sería lógico que si esos técnicos de segunda fila consiguen un motor superior al original, serían repescados inmediatamente por Ferrari, que, en cualquier caso, siempre estaría al tanto de las evoluciones de ese motor Red Bull fabricando con ‘ayuda’ de Maranello.
PD. Esa propuesta prácticamente convertiría a Red Bull en un filial, o banco de pruebas, para Ferrari.